Tras diversos ataques a la ciudad de A Coruña, el General Diego das Mariñas ordenó construir el Castillo de Santa Cruz. Éste se terminó en el año 1640 y fue armado con diversas piezas de artillería, que servían para defender la ciudad, ya que tenían un alcance de diez quilómetros.
En sus inicios estuvo ocupado por militares, siendo abandonado en el siglo XVIII. Años más tarde fue adquirido en subasta pública por Xosé Quiroga, marido de Emilia Pardo Bazán, el cual lo convirtió en un pazo. Después de haber realizado la visita, podemos afirmar que realmente se trata de un pazo, ya que se cumple el refrán “capilla, palomar y ciprés, pazo es”.
Emilia Pardo Bazán fue una escritora gallega de una gran referencia que reivindicó la educación de las mujeres como algo fundamental y dedicó una parte de su vida para defenderlo. Ella tenía una gran biblioteca en el castillo, la cual se cree que estaba en la torre y fue quemada tras ser nuevamente abandonado en el año 1978.
Actualmente, esta propiedad pertenece al Concello de Oleiros y allí está instalado el Centro de Extensión Universitaria y Divulgación Ambiental (CEIDA).
Lo que más nos impresionó de la visita fue la flora que existe en el entorno del castillo. Allí se encargan de tenerla bien conservada, por eso vimos un árbol vallado con el fin de que no se pisaran sus raíces. Por este motivo existen especies centenarias, como un pino americano y un tejo.
Además de la estructura del castillo, nos llamó la atención el paisaje que lo rodea. Desde unos prismáticos pudimos ver unas rocas con aves encima y una cueva formada por la erosión del mar.
Cuando se construyó el castillo sólo se podía acceder en barco, pero hoy en día existe un paseo que nos lleva a él y lo rodea, lo cual nos ofrece unas maravillosas vistas y una agradable sensación de vuelta al pasado.